Página Oficial

miércoles, 29 de julio de 2015

Quiero una casa...

“Quiero una casa, no muy grande pero si con una habitación muy amplia donde el sol entre a cada momento. Que tenga unas ventanas muy grandes y un jardín para poder ver las estrellas.
Ahora cierra los ojos y enciérrate ahí dentro conmigo ¿puedes ver? Cuando hace calor andamos descalzos y cuando llueve, hacemos café. He visto que cuando llega la noche te da hambre y yo te preparo un sándwich de atún.
Ahí también está la mesa del comedor llena de notas y libros. El sillón donde a veces dormirnos, sobre todo si la pasión nos gana y el baño que huele a madera y a veces a tu loción.





Hay uno o dos besos en la puerta para cuando vuelvas del trabajo y hay una caricia para mí espalda esperando para aquellos días en que se cargan las tareas y las horas extras laborando.
Están tus ojos cerrados para las madrugadas en que no pueda dormir y entonces te mire hacerlo e imagine lo que sueñas.




Mira también, los atardeceres que se ponen en nuestras sombras al pasar un domingo sin aburrirnos y sin tener odio por un lunes que ya no nos separa, sino nos da motivos para celebrar más días juntos.
Quiero una casita para nosotros, para no huir, para susurrarte al llegar la noche que me quiero quedar en ti, una casita que sea mi hogar y tú, mi hoguera.”
— Onironauta, Mercedes Reyes Arteaga

Sobre la felicidad- Eduardo Galeano


“Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo y entonces después de tener otro. Entonces nos sentimos frustrados porque los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar). Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo (a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.”


“La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Una de mis frases: “Por largo tiempo me parecía que la vida estaba a punto de comenzar. La vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar. Sólo entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi vida”. Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad.”

“La felicidad “es” el camino; así que atesora cada momento que tienes y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo y recuerda que el tiempo no espera por nadie... así que deja de esperar hasta que bajes cinco kilos, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz... la felicidad es un trayecto, no un destino.”